23 May MICROPLÁSTICOS EN EL AGUA
En los últimos años, se ha hecho evidente que la contaminación por plásticos es una de las mayores amenazas para el medio ambiente. Sin embargo, lo que muchas personas desconocen es que los microplásticos, también están presentes en forma de micropartículas, dentro de los circuitos de agua potable y agua embotellada destinada al consumo humano. Esta situación plantea una seria preocupación, ya que los microplásticos pueden tener efectos negativos en nuestra salud.
Los microplásticos provienen de diversas fuentes, como la descomposición de residuos plásticos más grandes, la fragmentación de fibras sintéticas durante el lavado de la ropa, los productos de cuidado personal que contienen microesferas de plástico y la liberación de partículas plásticas durante la fabricación y el procesamiento industrial. Estas diminutas partículas son lo suficientemente pequeñas como para pasar a través de los sistemas de filtración de agua convencionales y terminar en nuestros grifos.
Circuitos de Agua Corriente Sanitaria
Los estudios científicos han demostrado la presencia de microplásticos en muestras de agua potable de diferentes regiones del mundo, lo que sugiere que este problema es generalizado. Además, se ha encontrado que estos microplásticos pueden contener aditivos químicos y absorber contaminantes del medio ambiente, como pesticidas y metales pesados. Cuando consumimos agua contaminada con microplásticos, estas partículas pueden ingresar a nuestro sistema digestivo y potencialmente causar efectos adversos para la salud.
Según estos estudios, 3.600 muestras fueron procesadas y determinaron que la concentración de microplásticos depositados en el agua del grifo, en comparación con el agua embotellada, llega a valores muy inferiores. Una persona que bebe agua del grifo ingiere unas 4.000 partículas al año, mientras que una persona que ingiere el consumo recomendado diario en agua embotellada, puede llegar a superar las 94.000 partículas anuales. Estudios de (Human Consumption of Microplastics).
Agua Embotellada, la más Perjudicada
Estos estudios han encontrado microplásticos en diferentes marcas de agua embotellada, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad de esta opción. El tipo de fragmento de plástico más común fue el polipropileno, que es el polímero usado en los tapones.
A la hora de determinar cuál de estas fuentes es más segura para el consumo humano, es esencial considerar diferentes factores. En primer lugar, es importante señalar que los sistemas de tratamiento de agua potable suelen incluir procesos de filtración y desinfección que pueden reducir la presencia de microplásticos. No obstante, es necesario seguir investigando y mejorando estos sistemas para minimizar los riesgos.
En el caso del agua embotellada, es recomendable buscar marcas que apliquen rigurosos estándares de calidad y que realicen pruebas regulares para garantizar la ausencia de microplásticos y otros contaminantes. Además, es fundamental reducir el consumo de agua embotellada en envases de plástico, optando por alternativas más sostenibles como el uso de filtros de agua en casa o el consumo de agua del grifo cuando sea seguro hacerlo.
Microplásticos ¿Sólo en el Agua?
En conclusión, tanto el agua corriente como el agua embotellada pueden contener microplásticos, aunque no son los únicos productos afectados por la presencia de microplásticos. Otros como el pescado, el marisco, la sal, la miel, incluso la cerveza… Contienen concentraciones de este tipo de contaminantes.
Aunque todavía se están llevando a cabo investigaciones para comprender completamente los efectos de los microplásticos en el cuerpo humano, se ha sugerido que podrían tener impactos negativos en el sistema inmunológico, el sistema endocrino y el sistema gastrointestinal. Además, los microplásticos también podrían actuar como vectores para la transferencia de patógenos y sustancias tóxicas.
A nivel individual, podemos contribuir reduciendo nuestro consumo de plástico y optando por alternativas más sostenibles. Evitar el uso de productos de cuidado personal que contengan microesferas de plástico, usar bolsas reutilizables en lugar de bolsas de plástico y preferir ropa fabricada con materiales naturales son algunas acciones que podemos tomar para reducir la liberación de microplásticos al medioambiente.
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