28 Abr La Hormiga Argentina y Alejandro Magno
Alejandro Magno fue conocido como uno de los más grandes conquistadores de la historia. Pero, ¿sabías que su legado también tiene una conexión con la hormiga argentina?
Se dice que Alejandro Magno, durante sus campañas militares, observó a las hormigas argentinas luchando contra las hormigas negras y quedó impresionado por su habilidad para trabajar en equipo y su espíritu de lucha. Según la leyenda, incluso comparó a sus soldados con estas hormigas y les dijo que debían trabajar juntos como ellas si querían tener éxito en sus conquistas.
La Hormiga Argentina
La Hormiga Argentina se ha convertido en una de las especies más invasoras en los últimos años. Actualmente se estima que representa entre un 10% y un 15% del total de la biomasa del planeta. Si Alejandro Magno, durante sus años de reinado expandió su imperio desde Grecia hacia Egipto, Mesopotámica, Persia, etc… podemos decir que la hormiga argentina está a la conquista del mundo entero.
Algunos países, cuya climatología no es beneficiosa para su desarrollo se están resistiendo pero no se descarta si continuamos con la evolución del cambio climático. Procede de América del sur, principalmente de la zona norte de Brasil y sur de argentina, Uruguay y Paraguay . Favorecida por la expansión del comercio internacional ha ido entrando en diferentes puertos diseminándose principalmente por las zonas costeras. Pero ¿como ha conseguido expandirse de la forma en la que lo han hecho?
Estrategas a la Conquista de un Imperio
¿Qué hace que la hormiga argentina sea tan especial? en primer lugar, son una especie social y viven en colonias muy organizadas. Las hormigas obreras trabajan en equipo para recolectar comida, cuidar a las larvas y defender la colonia contra los intrusos.
Además, estas hormigas son extremadamente adaptables y pueden sobrevivir en una variedad de ambientes. Son capaces de construir nidos en diferentes tipos de suelos y también pueden cambiar su comportamiento de búsqueda de alimento en respuesta a cambios en el clima y la disponibilidad de recursos. Igualmente se alimentan de otras especies de invertebrados atacando sus nidos, comiendo sus crías hasta a llegar incluso a extinguirlos. Se le atribuye incluso la causa de la desaparición de algunas especies insectos.
Se trata de una hormiga muy agresiva, capaz de desplazar y aniquilar a las hormigas autóctonas. Conquista sus territorios y ocupa sus hormigueros eliminando el esfuerzo extra que supondría construir su hormiguero.
Desplaza, por tanto a las hormigas autóctonas y desestabiliza sus ecosistemas. Eliminan sus nidos y se hacen con el control de sus fuentes de alimento. Primero suelen atacar a las especies de hormigas dominantes y posteriormente a las subordinadas.
Una Plaga de Daños Incalculables
Sin embargo, a pesar de sus habilidades, la hormiga argentina también puede ser una plaga en algunas partes del mundo, especialmente en América del Sur. Pueden invadir casas y jardines, causando problemas en la agricultura y también pueden picar y morder a las personas.
Es una especie que está causando numerosos daños entre los que se encuentran:
- Provocar la desaparición de algunas especies de insectos.
- Ataques a otras especies autóctonas con el consiguiente desajuste en el ecosistema al que pertenecen.
- Pérdidas en la agricultura debido a su alimentación por semillas.
- Protegen a las cochinillas y pulgones. Se alimentan del azúcar que producen y protegen su alimento por ello, evitan que otras especies las ataquen con el consiguiente daño a los cultivos.
- Atacar a las colmenas. Roban su miel y pueden incluso eliminar colmenas enteras.
- Evitar la polinización al atacar a especies que contribuyen a ésta función.
- Constituirse, en algunos países, como una de las primeras plagas urbanas.
- Contaminar mercancías y almacenes provocando considerables pérdidas económicas.
En conclusión, La hormiga Argentina, aunque ha sido también beneficiosa en otras situaciones como por ejemplo el control de la plaga de Procesionaria del Pino, en la mayor parte de las ocasiones se constituye como un grave riesgo tanto económico como medioambiental.
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